Rico, delicioso, saludable, de lo más fresquito y súper sencillo de preparar.
Es perfecto como postre, para refrescarte a media tarde, como final perfecto de una cena veraniega…
Puedes hacer helado con cualquier fruta: fresas, melocotones, melón, sandía, plátanos, kiwis, cerezas, moras y frambuesas, nísperos, piña… y cuanto más madura mejor, porque así tendrás que añadir mucho menos azúcar.
En este caso, hemos elegido una mezcla de frutos rojos que combinan perfectamente con el yogur griego, mucho más cremoso y con una textura suave y sedosa que el yogur natural.
Además, los frutos rojos son ricos en antioxidantes y vitaminas, tienen muy pocas calorías y un alto contenido en fibra… qué más puedes pedir, si lo tienen todo!!!
Ingredientes
- 500g de frutos rojos variados congelados: fresas, frambuesas, arándanos, moras, grosellas, cerezas…
- 500g de yogur griego
- 3 cucharadas de azúcar (al gusto)
Como opción para endulzar el helado puedes utilizar azúcar, miel, leche condensada… pero ten en cuenta que la fruta madura es bastante dulce; es mejor quedarse corto e ir añadiendo poco a poco.
Elaboración
- Mezcla el yogur griego con el azúcar (o el edulcorante que prefieras).
- En la batidora, tritura los frutos rojos congelados.
- Añade el yogur y bate hasta conseguir una crema homogénea.
- Prueba y, si es necesario, añade más azúcar. Los frutos rojos son bastante ácidos, así que tendrás que probarlo varias veces hasta conseguir el punto de dulzor que más te guste.
- Pasa la mezcla a un recipiente apto para el congelador y cúbrelo con film.
Si quieres una textura más fina, puedes colarlo, pero el toque crunchy de las frutas es maravilloso. También puedes utilizar moldes y preparar polos… perfectos para los niños (y los mayores). - Deja que enfríe unas 4 o 6 horas, removiendo de vez en cuando, y sirve con una decoración de frutos rojos, hojas de menta y hierbabuena…
Y ahora, a disfrutar de un postre delicioso!!!